Si vieras como te queda la sonrisa...
Quiero que al caminar compartas tu juventud, me aniquila.
Fue el día en que pensé: vos tenés 60 y yo 31, pero en verdad, quién es mas viejo?
Y volviendo a tu cuerpo, a tu delgadísima alma,
me arden los ojos. Sólo por esas cosas de los cabellos claros y la piel muy muy suave.
Ahí, justo ahí es donde se partió la vigilia, y nunca más pude comandar (me).
Y me sentía bien con tantas agallas. Levanté el trofeo y lo manché en odio (mentira).
Bien, nada nuevo, en reposo, salí un poco, seguro caminé por ahí, y volví a casa,
pero me seguías y me gustaba. "Te encontré" me dije, justo cuando estaba clavando un corte frío y filoso en el vientre.
Nonooonoo, que no remita a enfermedad, como que estaba quieto, tranquilo o algo así.
Si te digo que te recontra cogieron, ¿vos que pensas?
Claaaro, ahora decís que perdí todo, porque sabés que lo tuve.
Después de la coma siempre dejo un espacio, no te alcanza??!!!
Cuando te vuelva a mí olvidaran a la fuerza mi rostro,
porque pienso deshacerme del sarpullido que llenan a los envidiosos, celosos de por no saber hacerse, llenarse.
Hago elevar y me despego, me voy, me olvido, y así es que vivo.
No me interesa ni tus miedos, ni lo que fue, ni lo que fuimos, ni tu inseguridad, ni tu pavoneo, ni tu amor, ni tu amistad, ni tus cuatro paredes, ni tu encierro a la eterna niñez, ni la eterna mierda del no saber ni para que estas.
O soy libre o muero.
"¿Ahora se entiende porqué tanto dolor de cabeza?" (me susurró).
Ya dije que fui esclavo, no?