El habla ya no me soporta,
igual...a nadie tengo que hablar,
porque a nadie interesa mi charla.
Mi lenguaje ensordecedor,
ese que maltrata sin pausas,
pero que al mismo tiempo sabe decir cosas lindas.
Ahorro para comprar cosas.
¿Que cosas?
No sé, algo sin forma que lleve letrero y diga "cosa a la venta".
Luego descuelgo la cabeza,
y ahí encastra "la cosa",
y así olvido, aunque sea, las mañanas tristes de lluvia.