Fue cuando soñé en vos,
y de ahí en mas, mi frente llena de culpas,
que no podía ver de tanta suciedad por la brusquedad cultivada.
Velas que esperanzas crean en mí,
y desde donde parto. Sé dónde.
Ahora fuego ardido me arrastra a vos,
por los panales, esos en donde todos temen entrar,
donde convergen formas de temperaturas altas y azufre intenso.
Tantas madres de nombres confusos me buscan…
Un solo padre me ama, el mismo que observa con lágrimas tibias y de sabor dulce.
Correr.