El entorno te embrutece.
Y quedas a la deriva sin saber nada sobre el todo,
solo, abandonado por aquellos que no te conocen.
Pero pensas que el comienzo volverá,
una vez que veas batir tu cuerpo
y sientas que tu pecho queda vacío de amor.
Listo para intentarlo nuevamente.
Entonces dirás "¡basta! mi niña de ojos azules me llama"
Y morís.
Y naces.
Otra vez.