Esto es así.
Degenerado, abusivo sin querer por dolor,
fue tan real esa imaginación, ahí cuando hablaste,
siendo tan pequeña que "me pensabas"
Ahora es que decidí volver para arrancarme de todo aquello que es ilusorio.
No tengo mas a vos, como cuando eras un pensamiento vivo...
En lo trascendental se funde este llanto bendito, junto al accionar macabro.
Cuanta dulzura envuelve a la niñez...
Siendo tan fuerte que quiero sangrar, una gota de piedad.
Salvame de la madurez fracasada.
Si logro que sientas pena de mí, me consagro vivo.
¿Qué es lo que pretendo ser?
Pensar en primitivo, básico, como dije: volver.
Sí, me gusta.
Me gusto así y me doy vergüenza de esta carencia que llegó de brazos abiertos.
¿Ahora entendes? No hay energía ni espíritu que quiera habitarme.
Te protejo pero no queremos comulgar con vos.
Porque sos sucio, porque vivís del Imperio, de ese poder ingobernable del pensamiento. Teñime la vida.
Toda de colores blancos.
Muchos colores blancos.
Y a lo lejos un punto negro, que siempre va a reír,
recordando que esta vida está llena de piedras en el camino.