Me gustaría poder sentir algo.
Dónde pueda atravesarme a mil maneras,
en estos nueve espacios de la vida.
De tu luz cegadora a la falta de equilibrio emocional.
Todo en dos pasos, y en cada uno de ellos brotándome
hacia abajo, buscando soltar raíces...
Y no las encuentro, queda postergado al siguiente
cruce de caminos, y otra vez el sueño fecundo
que falla humedeciendo toda esperanza.
Acabar las edades en cuestión de horas,
te veo ser de familia y no puedo ilusionarte.
Todas son de abrazos y seno conformado de Hogar,
menos yo y mi pasado, lo que fui y vi ser en otros.
¿Será que estoy marcado?
No veo cicatriz, pero dudo.