desconocidos

Mirame dislocada, 
sin pretensiones ni abuso. 
Así es como siento todas las veces este absurdo, 
de pensar en que si será o no...
No es diferente a siete años ya vividos, 
y ni pienses en consumir los catorce venideros
que ni el aire querrá entrar mas a tus pulmones. 
Y así, uno a la vez, uno detrás de otro,
impiadosamente como si todos tuviésemos
derechos sobre el de al lado. 

¿Porqué no sé beber el agua?

Voy a dejarte en una iglesia, 
y vas a ver lo que se siente.