el hijo

Se me derrama la sangre, que se vaya en el olvido,
porque está abriendo lo que ya no tengo.
Se me montan los cuerpos con ella,
todo el pasado me castiga en esta madrugada,
y mis pensamientos atormentan porque me perseguís con tu tristeza.
Lo sé, voy a desmayarme si no me encontrás,
voy a dejar absorberme por la tierra cuando se abra buscándome.
Ahora la carne pide ser absuelta,
tengo toda la compasión puesta en mí,
toda tu voracidad, toda tu carencia también.
Cuanto deseo de que abandones todo
y decidas unirte a mi carne de la cuál formás parte.
Nacimos al mismo tiempo,
somos la masa contenida de tantas edades transcurridas,
por eso el presente nos lastima.
¡¿Porqué diste el paso y no esperaste?!
Quiero nacer otra vez,
nacer en vos y luego hacer que nazca vida dentro tuyo,
porque esa es mi función, esa era mi función.
¿Cómo es posible que una canción esté arruinando mis días..?
Quiero mirarte en silencio,
eso mismo, por años, sin reprochar.
No permitas en este instante
el agua brotar y correr en mi rostro,
no otra vez no, otra vez no, otra vez...