Se aploma en la venidera el cielo este deslumbrante
la caricia apelante de goce,
por los momentos en penumbra que sentimos,
los versos del amor continuo,
ahora cada gota de estoicismo siento.
Si mi cuerpo te alcanza,
el tuyo también al mío.
El soplo de la vida y estrategias ardientes
vulnerable me hacen,
conciertos que mi corazón explota
al desfigurar la mirada de verdad intima.
Son los campos abiertos al todo,
son los vientos gélidos del comienzo.
Si tu cuerpo me alcanza,
el mio también al tuyo.